Quizás sea la hora de abrir los ojos a la realidad.

Tengo diecisiete años, mi novio desapareció de mi vida cual estrella fugaz, mis amigas cada vez dejan más que desear. Pero no me importa lo que digan de mi, solo me importa lo que realmente me llama.
Le echo de menos, echo de menos todos los besos , todos los abrazos, todas las conversaciones.
No puedo hacer como si no sintiera nada cuando en realidad me estoy muriendo por dentro por él. Desde que él se fue todo ha cambiado por completo, la alegría se convirtió en triste y la diversión en llanto.
Nada de lo que hago me motiva, solo paso el tiempo por pasar, sin ninguna ilusión por delante. Lo único que espero es que algún día vuelva a mi lado, ya que no se puede retroceder en el tiempo.

#ceromotivaciónparavivirsinti.